Con el capítulo “Descubrimos su lana” nos adentramos en la pura producción, todo el trabajo que hay que hacer para convertir la lana en las madejas que tú tejarás en el futuro.
Las páginas de este capítulo arrojan luz a partes quizás más desconocidas, como por ejemplo la vida nómada de los esquiladores, incluso lo que se paga por esquilar una oveja.
Palabra a palabra te desgranamos cómo llegamos a la lana, cómo caímos rendidas a sus múltiples propiedades, haciendo un repaso por todas ellas. Esto nunca viene mal hacerlo, porque suelen quedar en segundo plano, cuando todas ellas suman virtudes para seguir avanzando en el camino.
También podrás descubrir nuestra propia experiencia a través de las aventuras del transporte de la lana, nuestra participación activa en la esquila, las idas y venidas a diferentes lavaderos…
De una forma amena y entretenida, al leernos aprendes sobre el mundo de los procesos, los agentes fundamentales para el desarrollo de nuestro trabajo, y también nuestras líneas rojas, es decir, todo lo que necesitamos averiguar y confirmar en relación a cómo se trabaja; los certificados, e incluso qué tipo de empresas son las que están detrás de los espacios en los que nuestra lana se acerca cada vez más a la realidad que tejemos.
Es, de nuevo, un capítulo cargado de intención, en el que con nuestras anécdotas compartimos contigo las partes más difíciles de la producción.
Vivir la lana nos ayuda a que conozcas nuestro trabajo, pero también nuestra manera de vivir lo cotidiano, los valores que tenemos y los que perseguimos.
A través de nuestra experiencia, volcamos nuestro conocimiento para descubrir la lana como nunca antes se había contado. Datos, refranes, destacados y mucho entusiasmo para seguir en la andadura lanera.
Llegados a este punto, nos encantaría hacerte algunas preguntas:
- ¿Has podido ver con el repaso de las propiedades de la lana que hay muchas cuestiones que pasan desapercibidas? Como por ejemplo el hecho de que la lana regula tanto el frío como el calor. ¿Y la higroscopicidad? Es muy curioso saber que retiene el 30% de humedad sin sensación de mojado. O como actúa de protectora de rayos UV 100% natural… Hay más, los tienes en el capítulo.
- Cuando has visto (o veas) los factores que determinan la calidad de la lana… ¿Has podido percibir que hay mucho más allá de las micras que casi siempre es lo que más se comenta?
- ¿Te sorprende lo mal remunerada que está la esquila?
Como cada página del libro responde, además de a que nos conozcas en profundidad, a que tengamos pensamiento crítico en relación a la industria, lo que consumimos y cómo lo consumimos. Todo influye, y mientras más sabes, más poder tienes a la hora de decidir.
Cuéntanos tu experiencia con este capítulo en los comentarios, y recuerda, tus comentarios tienen siempre premio, queda muy poquito para terminar el Club de Lectura, y como te anunciamos, todo suma y todo tiene premio.
Sobre las propiedades de la lana sí las conocía pero leídas una detrás de otra es fascinante que sean tantas y tant buenas , esas cualidades son las que a mi me hizieron llegar a querer tejer lana 100% sin mezclar, y aunque en este verano he probado otros tipos de hilado, la lana és y será siempre mi primera elección, prefiero tejer una camiseta de verano con un fingering o una aguja más grande para que el tejido sea más aireado pero con lana antes de con qualquier otra cosa….y si la lana tiene más micras y pica un poco pues hacemos un jersey oversize para llevar encima de otra cosa o una chaqueta…pero que sea lana…
Me parece súper importante que estéis en todos los procesos y os peocupéis de que todo se haga y vaya bien.
A mi me preocupa como viven y se trata a los animales, que los alimenten bien, que estén en el campo y siempre encerrados. Al empezar a tejer con lana 100% me preocupaba este tema porque yo soy vegetariana y me he preguntado muchas veces si hago bien tejiendo lana…al final llego a la conclusión que la esquila és buena para ellas y que debo preocuparme por saber de dónde viene esa lana y como viven esas ovejas…por eso és que llego a proyectos como el vuestro y por eso me parece tant importante esa transparencia de DLana.
Sobre lo mal remunerada que está la esquila…no me sorprende porque estoy en el sector artesano y sé bien que cuesta mucho valorizar todo lo hecho a mano desde esquilar una oveja hasta tejer un jersey o coser un bolso o una prenda de ropa….pero trabajamos día a día para cambiar esto y que la gente de valor a los oficios artesanos.
Leyendo éste capítulo me preguntaba: ¿cuanto tiempo pasa desde ese día de la esquila hasta que sale a la venta una madeja?
Quería decir que ‘estén en el campo y NO siempre encerrados’
No soy una gran tejedora, pero siempre me ha gustado hacer lo poquito que hago, con lana de verdad, y me sorprende ver la cantidad de materiales que te quieren vender cuando buscas lana en una tienda. ¡Creo que si me vuelve pasar, les leeré este capítulo ahí mismo!
Gracias por compartir toda esta sabiduría semanal. Lo que más me ruge con las lecturas es la importancia que tenemos como consumidores, a veces es tanto el esfuerzo que dudo si merece la pena. Sin embargo, capítulo a capítulo me siento más fuerte y acompañada para aportar mi granito de arena al mundo.
Muchas tejedoras y tejedores, al principio sólo queremos saber lo más esencial, si pica o no, y lo de las micras, pues es lo primero, pero, cuando ya llevas un tiempo, te vas adentrando más y más en las propiedades de la lana, y todo su proceso, todos los beneficios que tiene y eso es magnífico que las personas, al final nos impliquemos un poco más (demasido lento) en todo lo que se refiere al material con el que tejemos.
Yo principalmente tejo con lana, pero tanto en Barcelona como aquí en Pontevedra, hay tantísima humedad, que ni me planteo ponerme un jersey aunque sea fingering en pleno verano y tampoco mohair, mi piel se vuelve muy reactiva y me pica todo usando algodón y bambú, como para ponerme lana, uff sudo sólo pensarlo.