Cada año, el Día Mundial de Tejer en Público nos da una excusa perfecta para hacer lo que más nos gusta: sacar las agujas, conectar con otras tejedoras, compartir risas y proyectos. Este 2025 lo celebramos por todo lo alto en Oporto, en el festival Knit With Friends, y con un diseño que nos tiene completamente enamoradas: el Friends Shawl, una estola ideada por Filipa Carneiro que es mucho más que un patrón—es un homenaje a la amistad.

Un diseño que nace de la comunidad

Filipa pensó esta estola como una experiencia tejida a muchas manos. La propuesta es sencilla y poderosa: compra dos madejas de fingering, divídelas y cámbialas con tus amigas. Así, cada una tejerá su estola con cuatro colores distintos, dos propios y dos compartidos. El resultado no es solo un chal precioso, sino un proyecto lleno de memorias compartidas, un testimonio lanero de un momento vivido juntas.

Pero también existe la opción de tejerlo con solo dos colores, como lo hicimos nosotras. Y aquí entra nuestra versión: una interpretación más contenida pero igual de expresiva, donde la emoción sigue siendo la protagonista.

Nuestra versión: luz y contraste

En la foto puedes ver el resultado de nuestra estola: tejida con dos madejas de fingering, elegimos un color natural, cálido y luminoso como base, combinado con un contraste vibrante que aporta alegría y movimiento. Tejijdo artesanalmente por nosotras. El color principal —el natural— actúa como un lienzo que deja respirar el diseño, resalta los calados y le da ese aire ligero que lo hace ponible incluso en verano.
El color de contraste, en cambio, es un festival de tonos vivos: turquesas, rosas, verdes, lilas… un estallido cromático que recuerda a una guirnalda de papel o a las fachadas coloridas de las ciudades del sur de Europa. Esta mezcla improvisada de color lo convierte en un chal alegre, enérgico y muy personal.

Diseño técnico, resultado poético

El Friends Shawl tiene una estructura modular y repetitiva, pero no monótona. Se compone de varias secciones que combinan punto bobo, calados ondulados y franjas en rayas, todo acompañado de una construcción que genera una caída diagonal gracias a un juego sutil de aumentos y disminuciones en los bordes. Esto permite que la estola tenga una caída fluida y elegante, como si se acomodara sola sobre los hombros.

Uno de los detalles más bonitos (y prácticos) es el falso i-cord que remata los bordes. Da un acabado pulido, casi de prenda de confección, sin complicaciones técnicas, ideal tanto para tejedoras intermedias como para las que quieran aprender algo nuevo.

Una prenda para todo el año

Aunque generosa en tamaño (35 cm x 200 cm), la elección de puntos calados y la ligereza de la lana fingering hacen que esta estola sea perfectamente llevable en primavera y verano. Se puede enrollar al cuello como pañuelo o llevar sobre los hombros en las noches frescas. Y lo mejor de todo: cada vez que la uses, llevarás contigo un pedacito de ese día, de ese encuentro, de ese momento compartido.

¿Tejes sola o te animas al reto de la amistad?

Ambas versiones (2 o 4 colores) nacen de solo dos madejas, pero tú decides:
¿te apetece una interpretación más íntima, tejida por ti misma, o te lanzas al reto de intercambiar colores y memorias con tus amigas?

Porque al final, tejer siempre ha sido más que hacer puntos: es crear lazos, recordar momentos, envolvernos con las historias que creamos a cada puntada.

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *