Entramos en la tercera semana de nuestro Club de lectura dLana.
¡Menudo capitulazo!
Los ovillos de mañana es una de las partes del libro Vivir la lana más emotiva, importante y significativa.
Si bien partimos de una conversación del pasado para introducirte en el tema, somos conscientes de que esa frase que lo cambió todo es nuestro presente y nuestro futuro al mismo tiempo.
Y sí, es la frase que Luis Sorrosal nos dijo en 2016, haciendo referencia a que si nosotras no éramos capaces de hacer algo con su lana, él dejaba las ovejas.
En este capítulo verás que sí, que fuimos capaces, no sin dificultades, de crear la que tiene el honor de ser la primera lana con nombre y apellidos de nuestro país, su trazabilidad, transparencia y presencia real era algo anodino en el mercado. No había pasado hasta entonces.
Esta aventura junto a Sorrosal, a lo largo del capítulo, con anécdotas, referencias, beneficios y objetivos, te acompaña en un viaje que hará que no vuelvas a ver la lana con los mismos ojos.
Esa es nuestra advertencia: no lo leas si no quieres saber qué es la lana del futuro, cuál es tu papel en todo esto y cómo hay que trabajar para conseguirlo.
Nosotras, al releer este capítulo, escrito por nosotras mismas, hemos vuelto a sentir a Sorrosal como nuestra punta de lanza, puedes imaginarnos impregnadas de esa energía de comienzos, de ese impulso que lo cambia todo, madeja en mano y con el puño en alto.
Hay más poder del que puedas imaginar en la lana, y cuando lees este capítulo lo ves nítido.
Ahora bien, este impulso se debe mantener a lo largo del tiempo, y para conseguirlo cada vez debemos ser más personas remando hacia el mismo lugar.
Aquí va la ración de preguntas para ti, tejedora y/o lectora, comencemos el debate.
- Este capítulo nos da fechas y datos exactos de lo que costó sacar la primera producción de Sorrosal. ¿Crees, cómo nosotras, que es relevante compartir estos pormenores para que se pueda apreciar todo tal y como es?
- El triple beneficio conformado por el bienestar animal, el incremento económico de la explotación y el aumento de la cabaña… ¿Eres capaz de sentir todo esto mientras tejes con Sorrosal?
- Hay un eje importante en el que vemos como conceptos “opuestos” alquimizan en beneficio del equilibrio y la unión, por ejemplo “lo rural y lo urbano”, en este sentido… ¿Cuál crees que es el eje de opuestos en la tejedora? Te dejamos algunos ejemplos, siéntete libre de sumar los tuyos propios: “precio/calidad”, “rústico/industrial”…
Por último, en la parte final del capítulo hay una frase destacada:
“Aunque me veas vestida de lana, no soy borrego”, en el contexto de “Tejedora consciente”.
¿Cómo interpretas e identificas estas referencias en tu vida de tejedora?
Ya sabes que en los comentarios tienes tu espacio para comentar sobre la lectura, hacer todas las preguntas que necesites y nosotras las abordaremos en un nuevo vídeo.
Ahora es tu turno, sigue dándole vida al libro y comenta, no solo aumentas participaciones y posibilidades en los premios, también le das sentido a todo lo que hacemos. ¡Te esperamos!
Es impresionante lo que estáis haciendo, y claro que hay que contarlo. Primero, porque hay que conocer el valor de las cosas, pero también porque hay que saber que es posible. Que se puede hacer un producto sostenible, respetuoso con la vida, cercano… Sois una referencia fundamental para construir el futuro que queremos.
Aquí Mapo y Clo, las ovejas del rebaño. Muchísimas gracias por sumarte a esta familia dLana!
Yo creo que sí, hay que contarlo, porque muchas personas piensan que esquilar, descartes, lavar, todo el proceso es gratis y se tiene que saber que cada producción tiene un tiempo de espera, ya que hay pocos lavaderos, los precios que se hay, el transporte, el hilado, tintado, empaquetado, todo, a mi saber, soy doña cotilla, creo que se debe ser consciente de lo que cuesta sacar una madeja de lana y sobretodo esa, como deciis vosotros esa trazabilidad, que es muy importante saber, que es de tal ganadería, o que se han juntado 2 para hacer una producción un poco más grande y que las diferentes ovejas (vellones) pueden dar a una lana natural, puede que diferente o puede que de otra calidad, no a todas nos gusta la misma lana, yo soy una enamorada ahora de La Castellana, pero antes que saliera era de La Madrilana, y antes de la rustica natural, vamos que he pasado por todas ?, pero es que todas las tengo en casa y me encantan, veo otras, y ahora sólo puedo tirarme a las de dLana, y mira que tengo de las otras, que poco a poco van bajando de stock, que tengo la casa ..? un besazo y gracias por hacernos pensar.?
Súper importante contar todo el esfuerzo que hay detrás de cada madeja porque esa és la manera de que la compradora final entienda y pueda apreciar esa lana, el porque de su precio, el porque de su producción controlada…Yo que vivo de un pequeño taller artesano desde hace muchos años, me paso la vida contando a la gente como trabajamos para que entienda el valor que nos da al elegirnos y la importancia que tiene saber como se hace cada bolso en mi caso, cada madeja en el vuestro.
Me ha encantado la historia con la familia Sorrosal, esa apuesta que hizistéis los unos por los otros. Yo no he tejido todavía con Sorrosal pero ya le tengo ganas porque además una parte de los míos proviene de un pueblo vecino a Mediana así que será como estar en familia…Sí tengo La Madrilana apunto para tejer un Ranunculus y unas Canillas Rústica de hace unos años que diría que ahora llamáis La Castellana….y és que me encanta la lana rústica .
Y sobre la importancia de la tejedora consciente que deciros…es que para mi no hay otra manera de ser, en el tejido y en la vida en general…Dar importancia a la gente que nos rodea y a como y desde dónde llegan las cosas a nuestras manos…y conseguir ser sostenible. Tejer es mucho más que seguir un patrón, a mi, mientras tejo, me gusta pensar es todas las personas y los animales por los que ha pasado esa lana, así la experiencia de tejer es mucho más intensa.