Es difícil de explicar que teniendo el chal Arrorró en versión kit en nuestra web, que habiéndolo paseado por diferentes eventos y ferias, y siendo una prenda tan especial para nosotras, aún no le hubiéramos dedicado una entrada en el blog.
Y aquí estamos, dispuestas a embriagarnos de Sorrosal en el primer diseño y patrón con el que pudimos disfrutarla al 100%.
Arrorró se trata de un diseño de 2018, y nos hace ver cómo ha cambiado todo desde entonces, no solo en dLana, también en el mundo.
Este chal, diseño de Pilar R. Méndez, tejedora incansable y creativa que siempre luce dLana en sus agujas como nadie, nos permite contarte cómo nos sentimos ahora desde que Sorrosal llegó a nuestras vidas, y con todo lo que nos tiene preparado para las próximas semanas.
Hace años cuando comenzamos con la aventura de crear lo que para nosotras debía ser la exquisitez absoluta de lana merino, no sabíamos que con Sorrosal viviríamos tantos retos, uno detrás de otro, hasta llegar a hoy.
Sin embargo, aquí estamos, mirando de nuevo al pasado, pero con una mirada actual y fresca en la que te das cuenta que hay diseños y lanas, que sin necesitar mucho, lo dan todo.
El diseño mantiene la actualidad, y los años no pasan por él, ya que un chal es siempre una buena opción para tejer, y en color natural, un clásico que jamás defrauda. Su forma semicircular en la que combina calados y bodoques se nos antoja como prenda ideal para tener en las agujas en los días venideros.
La lana, ¿qué podemos decir de ella? Para sentirla y disfrutarla no tendrás más remedio que tejerla, si no se vive, no es lo mismo. Porque cuando montas puntos, tejes derechos, revés, pasas hebras o haces una disminución, con Sorrosal se va pegando a tu ADN de tejedora, y te hace pasar de un estado emocional a otro, y eso no todas las lanas lo consiguen.
¿Y qué significa esto? Que puedes tejer la historia, sentirla y vivirla.
Sabes de dónde proviene (nuestra península), sabes quién cuida durante todo el año esas ovejas de las que sale tu lana (la Ganadería Sorrosal), sabes incluso cómo son sus meses de verano, que las ovejas también tienen vacaciones, sabes quién la lava, la procesa y la tiñe.
Sabes todo eso, porque como siempre decimos: somos lo que tejemos, y tú eres lo que tejes.