Las cañadas reales han compuesto los principales ejes viarios por los que se desplazaban, y aún se siguen desplazando los rebaños en recorridos extremadamente largos, de varios cientos de kilómetros. Estas cañadas de extenso recorrido han unido puntos geográficamente muy alejados entre sí: las montañas del norte peninsular (León, Burgos, La Rioja, Soria…) y las tierras de invernadero situadas en la submeseta meridional, como los adehesamientos extremeños o los cortijos manchegos de Alcudia.
En este epígrafe nos limitaremos a ofrecer una descripción de las cañadas reales más importante tanto por su longitud, como por su relevancia histórica, y que aún siguen en plena vigencia en la actualidad, y a hacer una breve reseña sobre su estado de conservación.
El deterioro más acusado corresponde lógicamente a las vías de menor categoría y de uso reducido. En cuanto a las diez vías pecuarias principales, las célebres cañadas reales, la situación es más variable.
La Cañada Real de la Plata, también conocida como Vizana o Mozárabe, tiene casi 500 kilómetros de recorrido. Nace en el alto de Viganos, entre Asturias y León, pasa por Benavente, cruza el río Duero en Zamora, sigue por Salamanca capital y desciende hacia Béjar y Plasencia. Cruza el Tajo por la sierra de las Corchuelas, en Cáceres, y llega hasta Trujillo. Los tramos perdidos suman unos 180 kilómetros.
La Cañada Real Leonesa Occidental, nace cerca de León, cruza el Duero a la altura de Tordesillas, roza Ávila capital, atraviesa la sierra de Gredos y baja hasta el valle del Tiétar, continúa por Navalmoral de la Mata, salva el Tajo por el Parque Natural de Monfragüe (Cáceres) y llega también a Trujillo, donde se une a la cañada anteriormente descrita para concluir en la provincia de Badajoz, cerca de la localidad de Segura de León. De los 700 kilómetros que recorre, se han perdido unos 150, sobre todo en las provincias de León, Ávila y Cáceres.
La Cañada Real Leonesa Oriental, nace al noroeste de Riaño, atraviesa la provincia de León y Palencia capital, cruza el Duero por Tudela de Duero, sigue por Coca y Villacastín (Segovia), penetra en las provincias de Ávila y Toledo, atraviesa el Tajo por Puente del Arzobispo y llega a Cáceres y luego a Badajoz cruzando el embalse de García Sola hasta la localidad de Llerena. En esta cañada, de algo más de 700 kilómetros de recorrido, son menos frecuentes los tramos largos perdidos y suelen estar situados en torno a la ciudad de Palencia. Se han registrado, en cambio, numerosas pérdidas de menor entidad. En conjunto, ha desaparecido un 20% de la cañada