Una familia numerosa, con una larga tradición de cultivo de la tierra y cuidado de ganado.
Un abuelo trashumante, desde Mediana de Aragón al Pirineo.
Una hermana y tres hermanos que heredan el amor y el esfuerzo de un trabajo bello y duro por partes iguales y deciden continuar la labor ganadera sin dar portazo a su legado y su historia.
Un giro… Una pasión profesional y un reto personal totalmente vinculado con la responsabilidad del trabajo bien hecho.
Y una persona, Luis Sorrosal, la base creadora de la ganadería que nos lleva a esta nueva y maravillosa lana.
Es difícil resumir tanta experiencia vivida en Argentina, Noruega, Francia, Escocia, Australia, Nueva Zelanda, Islas Malvinas, …y por supuesto, España; en tan pocos años.
Esquilador profesional, viaja para “pelar ovejas” en muy diferentes países y para competir en campeonatos de esquileo diversos. Un mundo repleto de particularidades, donde se aplica cada día una técnica cada vez más depurada que nos enseña que no es solo útil el uso de la fuerza física medida, sino que se puede abrazar a la oveja bailando con ella para trasquilar su lana suave y velozmente al mismo tiempo.
Toda su historia, su experiencia y su aprendizaje se vuelca desde hace años en el cuidado de su ganadería junto a sus hermanos, con la que han logrado una excelencia muy complicada de encontrar en la península y en Europa en general. Ovejas merinas españolas seleccionadas y cuidadas durante años, se unen con ovejas merinas originales y descendientes de la ganadería Maco Merinos francesa, dando lugar a una lana que alcanza los estándares más altos de suavidad y confort para la creación de hilos de las mejores calidades.
Todo un lujo presentar estas fantásticas ovejas, y haber comenzado esta relación de trabajo y amistad con Luis, con el que compartimos pasión, innovación y una visión de futuro para la lana española.
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