¿Sabéis esos días en los que el cielo aunque luzca azul, para nosotras mismas se tiñe de gris? Esos días en los que piensas que habría sido mejor no salir de la cama o que parece que el mundo va en contra de ti y los que te rodean, ¿os suena?
Pues esos días son los que tanto Javi como yo (Esther, al teclado) nos damos cuenta de que emprender en pareja es algo más que simplemente bonito y divertido.
A lo largo de estos años trabajando juntas, hemos compartido más de una botella de vino y más de un par de cervezas para destapar ideas y locuras que nos apeteciera poner en marcha en relación a nuestros conocimientos, habilidades y oportunidades en dLana; han sido muchas las horas teorizando el uno frente al otro con sendos ordenadores echando humo, y largas mañanas y tardes de agua caliente y jabón entre vellones de lana, o entre hilos y agujas.
Siempre definimos estos ratos como algunos de los momentos juntas más enriquecedores y como una importante apuesta de futuro para nuestra vida.
En pasado, presente y futuro podríamos decir que disfrutamos de cada evento, presentación, mercado, premio o momento especial que este proyecto nos brinda.
Y reconocemos que en la delgada línea roja que separa vida profesional, de vida privada-familiar nos descubrimos a nosotras mismas en la cama hablando de la sensación que nos ha transmitido hoy el trabajo de artesanía o la combinación de colores que vamos a utilizar para el siguiente diseño, sin que ello ocasiones ninguna problemática más allá de llamarnos frikis de la lana, o decirnos que “estamos fatal” y romper a reír.
Ambas nos decimos habitualmente que ser compañeras en este viaje es lo mejor que nos ha pasado hasta ahora. Y de ello nos damos más cuenta aún, en esos días grises que comentaba al principio.
Resulta muy curioso como de forma natural se equilibran las fuerzas físicas y mentales, así como los ánimos para que el camino lanero siga fuerte y en pie como desde el primer día. Creemos firmemente que es un regalo poder compartir abiertamente todas las dudas, frustraciones, miedos y problemáticas que surgen a lo largo de cualquier emprendimiento, y encima saber, en nuestro caso que en la mayoría de los casos los sentimientos son compartidos.
Sabiendo que dLana no sería lo mismo para nosotras, si cualquiera de los dos no formara parte del proyecto, y sabiendo que la mayoría de las veces que leemos algo en relación al emprendimiento en pareja, es muy común que sea para advertirnos de los problemas que puede tener, o para darnos consejos sobre cómo actuar para que “todo vaya bien” o para diferenciar el espacio laboral, del considerado más íntimo o privado. Nosotras os animamos sin lugar a duda a vivir aventuras empresariales conjuntas, también como método de conciliación y de crecimiento personal sin parangón.
Cada día somos más y existen referentes de empresas familiares legendarias, así que no hay excusa para poner todo el cariño y amor al servicio de negocios con corazón y mucho sentido ambiental, social y artístico.
SEGUID POR ESE CAMINO DEL EMPRENDIMIENTO Y EL AMOR EN PAREJA,SEREIS EJEMPLO Y MODELO PARA MUCHOS OTROS.
ESPERO QUE EN VUESTRO REPERTORIO TAMBIEN VAYAIS PENSANDO Y SOÑANDO CON INCORPORAR LANA DE LOJEÑA EN VUESTAS PRENDAS.
UN SALUDO AMIGOS.
NOS CONOCIMOS EN LA JORNADA DE TRASHUMANCIA EN MADRID.
SALUDOS.
Muchas gracias por tus palabras Juan Antonio.
Seguiremos adelante con la misma ilusión y cariño que le ponemos a todo lo que hacemos para poder trabajar con las lanas de nuestro territorio y por supuesto con la lojeña.
Nos encantó su fibra y en cuanto podamos bajar al sur, no dudes que nos pondremos en contacto contigo.
Saludos laneros.