Ya se ha pasado el verano, y hace cuatro meses prácticamente que la campaña Vivir la lana terminó, pero desde entonces, esto ha sido un no parar.
Y ahora, por fin, ha llegado uno de los momentos más esperados, porque al fin y al cabo, la lana, y en concreto Sorrosal, es lo que nos ha unido y el motor de todo lo que venimos haciendo.
¿Y de qué se trata tan ansiado momento? ¡Sorrosal ya está en las máquinas!
Pero…¿por qué es tan especial este momento? No solo por todo lo que ha supuesto esta campaña de crowdfunding que has seguido tan de cerca, también porque todo lo que ha ocurrido en el último año, hizo que no pudiéramos trabajar con normalidad.
¿Qué ha ocurrido hasta que hemos llegado a meter Sorrosal en máquinas?
¡Te lo contamos!
• El 2020 no nos permitió realizar las visitas oportunas a la familia Sorrosal, pero mantuvimos el contacto y el trabajo de la forma más estrecha posible.
• En julio 2020, y 100% online, trabajamos en la primeras pruebas de tinte y fue el primer paso a la nueva paleta de color con la que Sorrosal va a brillar.
• Por fin, en Agosto de 2020, conseguimos llevar la lana esquilada en 2019 al lavadero.
• En septiembre llegó el momento de esquilar por primera vez en 2020. Fue uno de los pocos huecos disponibles para que los esquiladores pudieran trasladarse a Mediana de Aragón, justo antes de la segunda ola.
• Ya en el 2021, en febrero, conseguimos encontrar una persona con vehículo certificado Sandach para realizar el transporte hasta el lavadero, donde ya se encuentra lavada y peinada la lana de 2019.
• Tas largos meses de espera, que ya tenemos la remesa lanera de 2020 lavada y peinada, lista para ser transportada.
Hace escasamente unos día recibimos la buena noticia de que por fin Sorrosal estaba en la fábrica de hilos.
La campaña de Vivir la lana tiene muchas mini producciones en marcha, entre ellas las que forman parte de las recompensas y que tan bien acompañadas nos han hecho sentir antes, durante y ahora mismo, en todo este proceso.
También queremos contarte que las tejedoras y artesanas, cada una en su especialidad, no han perdido ritmo y están con su propia maquinaria más que engrasada.
Los cuencos laneros de Martu Perino para Vivir la lana están en proceso, como ella misma ha compartido a través de su cuenta de Instagram, es un proceso lento, con mimo y con mucho cuidado.
Cuando uno de sus cuencos cae en tus manos, eres capaz de sentir las horas que ella ha dedicado para que el resultado sea tan suave, delicado y pulido.
De los pinceles de Laia de Little Rita Knits han nacido bocetos, a cada cual más bonito. Si bien ha creado en exclusiva una ilustración para Vivir la lana, fuimos incapaces de elegir un solo un diseño. Hubo una idea ganadora para incluir las recompensas, sin embargo, el resto de propuestas también se van a venir a dLana, y con el tiempo verás dónde aparecerán.
¡Ojo! Esta ilustración no es la que recibirán las mecenas, aún vamos a mantener el misterio un poquito más.
Pero como siempre gusta poder ver algo real, hace muy poquitos días recibimos esta imagen directa del taller de madera de Laura Algarra, y aquí sí que podéis ver el diseño definitivo para Vivir la lana que ha nacido entre virutas y olor a serrín.
Pero, seguimos contando novedades,
Ya están listos y enviados los formularios para elegir los colores de Sorrosal, o el patrón y los colores para tejer tu kit de Vivir la lana, o para ponerle nombre a una de las ovejas de Somos lo que Tejemos.
¿Qué significa esto?
Para los mecenas es sinónimo de que todo va sobre ruedas, la producción no para y estamos cada vez más cerca de poder Vivir la lana al 100%.
Ya sabes, si eres mecenas de Vivir la lana, revisa tu correo, has tenido que recibir un formulario para que podamos avanzar en la producción.
¡Ojo! Aún nos queda trabajo por delante, el hecho de haber contado con vuestro apoyo durante todos estos meses, es también una ventanita por la que podéis hacer seguimiento de los tiempos reales de trabajo.
Sabemos que hay ganas.
Sabemos que hay expectación y nervios.
¡Nosotras estamos igual!