Capítulo 1. Los ovillos de ayer. La Trashumancia
Extra 2. El origen de la oveja merino
Como en muchos temas relacionados con la trashumancia, no está claro cuál es el origen de esta raza, algunos autores dicen que de la oveja originaria de España en la zona de la Bética (un ovino de tipo primitivo y poco evolucionado situado en el Valle del Guadalquivir explotada por los íberos, tartesos y turdetanos, era negra pero de lana fina) descubierta por griegos y fenicios que la cruzaron con sus ovejas y de ahí viene la oveja muy similar a lo que conocemos hoy, como merina.
Queda descartado por muchos otros autores el origen árabe de la misma. Y otras tesis sobre el origen, apoyada una serie de investigadores, es que la raza merina nace en el suroeste de Asia y es desplazada después a nuestra península , por la importancia que tiene en la zona y en la época la actividad pastoril y el aprecio por las lanas, y las relaciones que mantuvieron con las viejas culturas desarrolladas por algunos pueblos del Asia Menor.
Por tanto, bien sea de cultura tartésica o fenicia, sea producido aquí o sea importado de próximo oriente, sí sabemos y está documentado que se habla del tesoro del Carambolo (en el mito de Argantonio, los foceos, las influencias egipcias,…) como un exponente de las relaciones comerciales y la fusión cultural en una tierra fértil y especialmente rica en recursos naturales…de donde surge una evocación cuando los especialistas ven en el merino remotos orígenes orientales y cruces posteriores con animales norteafricanos.
Más evidente científicamente es que en época romana, las fuentes escritas coinciden en apreciar la belleza de la lana de la Bética y el interés de los ganaderos para mejorar su blancura.
Y otra evocación: los mal llamados pectorales (lingotes o galápagos, s. VI a.C. aprox.) que nos pueden sugerir una forma de piel de toro o de vellón y un reflejo de la lana, como valor y/o como moneda.