Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, también conocidos como Objetivos Mundiales, son un llamamiento universal a la adopción de medidas para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad.
Sus 17 Objetivos incluyen áreas de actuación en relación al cambio climático, la desigualdad económica, la innovación, el consumo sostenible y la paz y la justicia, entre otras prioridades.
Los Objetivos están interrelacionados y, con frecuencia, la clave del éxito de uno involucrará las cuestiones más frecuentemente vinculadas con otro.
Los ODS conllevan un espíritu de colaboración y pragmatismo para elegir las mejores opciones con el fin de mejorar la vida, de manera sostenible, para las generaciones futuras. Proporcionan orientaciones y metas claras para su adopción por todos los países conforme a sus propias prioridades y tratando de dar respuesta a los desafíos ambientales a nivel mundial.
Representan una agenda inclusiva. Abordan las causas fundamentales de la pobreza y nos unen para lograr un cambio positivo en beneficio de las personas y el planeta. Su consecución requiere la colaboración de los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y los ciudadanos por igual, para asegurar que dejaremos un mejor planeta a las generaciones futuras.